viernes, 25 de enero de 2008

En los límites de la libertad ( I )


(Diario de pensares)


Pero las verdades aplastantes
perecen al ser reconocidas.

Albert Camus
Le Mythe de Sisyphe
(1942)


(Creo que he tenido una sobredosis de Camus en clave critica)


Queridos todos: es la hora apesadumbrada de correr el pesado cortinado que cubre a esa mentirilla santurrona que todos recitamos a diario. No se elige stricto sensu. No hay libre elección. No hay libre albedrío. ¿Elige a caso el personaje mítico escogido por Camus la ladera de la montaña que remonta cada día, el peso de su roca, o incluso la bajada que desanda sin ya la carga sobre sus dolidos hombros? No. No los elige. Hay un solo momento en que Camus cree poder imaginar la imposible libertad de Sísifo, uno solo. Pero no me adelantaré a la mesa de los manjares que se trae este asunto de lo posible, lo imposible, la libertad y no a-elegido. La creencia de elegir ha sido una de las más exitosas mentiras sacralizadas por los monoteísmos triunfantes para lograr ubicar más nítidamente el concepto de pecado, la noción de la culpa, el sentido de “penar”, pagar por lo “elegido” erróneamente, ser castigado por las decisiones tomadas a la vera de los valores dominantes. Quedamos metidos en un manojo de opciones que determinarán nuestros posibles y se nos ha hecho creer -como escolares recitando el himno a la patria- que somos dueños de nuestros posibles, hacedores de nuestras opciones, gestores de nuestro deseo.


Desde tan lejos
tan
los embustes de la Verdad
que no es
lejos tan lejos de las patas cortas
corren con ventaja
tan lejos
tan delante nuestro
tan..



No hay comentarios:

Publicar un comentario