Y para que sufrir…
El sufrimiento es el medio por el cual existimos,
porque es el único gracias al cual tenemos conciencia de existir.
Oscar Wilde
porque es el único gracias al cual tenemos conciencia de existir.
Oscar Wilde
Podria la filosofia expresar un pensar acerca del sufrimiento sin caer en las habituales trampas de los planteos propios de una logica del resentimiento?
Tampoco me interesaria explorar el “por que” del sufrimiento, pues por esa calleja se desemboca sin mucha demora en una busqueda de “objetivo ultimo” del sufrir, y de ahí a otorgar una sustancia al sufrir hay poca distancia tambien.
Ni siquiera puedo sostener un planteo de sujeto/objeto (sujeto sufriente vs. objeto que aplca sufrimiento) pues esta vieja dicotomia hace perder de vista muy a prisa los borroneos en los que el sujeto que sufre se torna objeto de sufrimiento, tanto como que el objeto que hace sufrir es-ha sido-sera sujeto pasible de sufrir.
Menos me importa aun el infinito numero de los “de y que” del sufrir: sufrimos por amor, sufrimos a causa del dolor, sufrimos de impotencia, sufrimos por causa de las perdidas, sufrimos ante el horror de la muerte, sufrimos enfermedades o dolores, sufrimos por temor o miedo, sufrimos por nuestras carencias, sufrimos por causa de las ilusiones inllegadas, en definitiva, sufrimos de existir. Con lo cual, insisto, la lista se hace no solo larga sino interminable casi. Eso sin contar que en cada singular humano aquello que hace sufrir no coincide siempre ni en intensidad, e incluso, ni como causa, de manera general. Cada uno tramita sufrimientos a su modo, como se puede, y en el peor de los casos, hasta existe un tramitar el sufrimiento “como se debe”. Reglas. La "etiqueta" y protocolos del correcto sufrir. Si, porque hay prescripciones para la expresividad social del sufrir. Una especie de Do's and Don'ts en el comportamiento del que sufre. Puede alguien estar penando de amor, terriblemente, y sin embargo pese a las ganas de salir a aullar por las calles y correr desnudo tomandose la cabeza en signo de total desesperacion, nadie lo suele hacer. Sufrir tiene modos historico-socialmente aceptados y modos inaceptables que escapan a la norma de lo permitido como exteriorizacion del dolor. Digamos, en definitiva que, no somos autenticamente libres ni siquiera en el ese acto tan fatalmente inenarrable y huidizo de los signos que es sufrir. Amelie Nothomb dice, con enorme acierto en esta direccion (y sin duda en consonancia con el “espectaculo del castigo” que trabajara tan magistralmente Foucault): “Llegó el momento en que el sufrimiento de los demás ya no les bastó: tuvieron que convertirlo en espectáculo.” Entonces, desde las ejecuciones publicas medievales, la vision colectiva de los cuerpos quemados en las hogueras de la Inquisicion, o la captacion fotografica de imágenes de la pobreza, llegando a las peliculas de guerra, sin olvidar las imágenes literarias que evoca Sade, o la actual TV sangrienta a la espera del proximo derrame de carne humana tras una bomba, todo conforma las multiples formas superpuestas o acumuladas en la memoria colectiva acerca de los “como” del sufrir, sus variaciones, sus “evoluciones” (¡!). No se trata de sufrir y de modos aceptados y legitimados de hacerlo, sino tambien de ofrecer a toda una sociedad una determinada visualizacion de esos tipos de dolores y sufrires.
Leyendo “The sense of the past” del ingles Bernard Williams me tope con un capitulo 23 en el que titulado”Umbearable suffering”. Y si, el sufrimiento siempre tiene algo (o mucho) de insoportable. Creemos que nos lo soportaremos. Lo sentimos. Williams, siguiendo a Nietzsche en “La Genealogia de la moral” trabaja el asunto del sufrir anudandolo con la posibilidad o no de otorgar “algun” proposito o sentido a ese sufrimiento, pareciendo que esa posible atribucion de sentido (un imaginario “para que” del sufrir) haria que el dolor del que sufre resulte mas o menos soportable. Dicho de otra forma, la “soportabilidad” de un sufrimiento dependera de alguna manera de la posibilidad que tengamos de darle un supuesto meaning-sentido al sufrimiento.
Cuales podrian ser los mas frecuentes sentidos atribuibles al sufrimiento desde la perspectiva del resentimiento? Me arriesgaria a agrupar las posibilidades en tres categorias:
1-Que sufrir sea parte de un proposito “divino” (estamos en este mundo para sufrir como parte del plan de Dios para la imperfecta criatura humana, o sea, en pecado concebidos, y pagando de por vida la “pena” de estar vivo).
2-Que el para que del sufrir sea parte de un sacrificio que hacemos bajo un proposito superior. En este caso, la autoridad del proposito justificaria con creces el dolor del sufrimiento de quien se sacrifica por tal causa que lo excede, y de algun modo, lo beatifica por entregar su sufrimiento a ella. Dar la vida por la patria, morir por el futuro de los hijos, entregar el cuerpo a la “revolucion”, dar la vida en un parto, vivir para otros aun exponiendose a enfermedades o tremendas pestes formarian parte de este segundo caso.
3-Que sufrir sea parte de la cuota de dolor psiquico y corporal que hay que atravesar para “purgar” nuestra neurosis. El psicoanalisis, si bien se aparta parcialmente de la vision resentida del sentido del sufrimiento, sigue pensando a este como parte de la travesia un tanto siempre interminable que el neurotico promedio debe pasar en medio de compulsiones a repetir e insatisfacciones varias.
Me resta preguntarme, ahora si, por las posibilidades des-resentidas en una analitica del sufrimiento.
Pero antes de aportar algun grano de ideas en esta direccion, me voy dando cuenta que, tal como lo plantea inteligentemente Williams, el asunto del sentido es insoslayable. El sentido del sufrir, sea cual fuere este (venga o no de la logica resentida) SIEMPRE demanda un “sentido”.
El sentido que damos a nuestro sufrir es, en primera instancia y fundamentalmente, nuestro analgesico. Darle sentido a un sufrimiento nos calma, mas alla de si tal sentido es ilusorio, realista, racional, religioso, altruista, belicoso, politico, estupido, bizarro o poderosamente bello. Dar un sentido, un supuesto “para que” mientras estamos sufriendo, calma.
El sentido hace que el sufrir sea menos doloroso. Por eso siempre buscamos, ya no justificaciones ni genealogias al dolor, sino primeramente, un “algo” que prometa ponerle un reposo, un sosiego, un painkiller, que disminuya nuestra insoportable “algia” . Porque tambien digamoslo, algunos sufrires son simplemente insoportables, nos quiebran, nos parten, nos desbrujulan la funcionalidad.
“How is this so?” you will ask. “How can it be?“
Sufrimos por errores?
Sufrir se trata de algun tipo particular de “leccion”?
Existe una conexión entre sufrimiento y conocimiento?
Si no todo sufrimiento es tragedia, es lo tragico siempre un modo de sufrimiento?
Que relacion existe entre verdad, ilusion, mentira y sufrimiento?
Es acaso la mentira y el engano lo que nos causa sufrimiento?
Pero acaso la verdad y su revelacion no es causante tambien de grandes dolores tambien?
Seguire con Williams explorando este modelo analgesico-farmacologico de comprension filosofica del sufrir a traves de la nocion de “dar sentido”, no porque apueste demasiado a el, sino porque justamente, como modelo para hacer mas soportable el dolor, tambien falla.
Y desde esa falla, tal vez haya lugar suficiente espacio vacio para seguir urgando.
Tampoco me interesaria explorar el “por que” del sufrimiento, pues por esa calleja se desemboca sin mucha demora en una busqueda de “objetivo ultimo” del sufrir, y de ahí a otorgar una sustancia al sufrir hay poca distancia tambien.
Ni siquiera puedo sostener un planteo de sujeto/objeto (sujeto sufriente vs. objeto que aplca sufrimiento) pues esta vieja dicotomia hace perder de vista muy a prisa los borroneos en los que el sujeto que sufre se torna objeto de sufrimiento, tanto como que el objeto que hace sufrir es-ha sido-sera sujeto pasible de sufrir.
Menos me importa aun el infinito numero de los “de y que” del sufrir: sufrimos por amor, sufrimos a causa del dolor, sufrimos de impotencia, sufrimos por causa de las perdidas, sufrimos ante el horror de la muerte, sufrimos enfermedades o dolores, sufrimos por temor o miedo, sufrimos por nuestras carencias, sufrimos por causa de las ilusiones inllegadas, en definitiva, sufrimos de existir. Con lo cual, insisto, la lista se hace no solo larga sino interminable casi. Eso sin contar que en cada singular humano aquello que hace sufrir no coincide siempre ni en intensidad, e incluso, ni como causa, de manera general. Cada uno tramita sufrimientos a su modo, como se puede, y en el peor de los casos, hasta existe un tramitar el sufrimiento “como se debe”. Reglas. La "etiqueta" y protocolos del correcto sufrir. Si, porque hay prescripciones para la expresividad social del sufrir. Una especie de Do's and Don'ts en el comportamiento del que sufre. Puede alguien estar penando de amor, terriblemente, y sin embargo pese a las ganas de salir a aullar por las calles y correr desnudo tomandose la cabeza en signo de total desesperacion, nadie lo suele hacer. Sufrir tiene modos historico-socialmente aceptados y modos inaceptables que escapan a la norma de lo permitido como exteriorizacion del dolor. Digamos, en definitiva que, no somos autenticamente libres ni siquiera en el ese acto tan fatalmente inenarrable y huidizo de los signos que es sufrir. Amelie Nothomb dice, con enorme acierto en esta direccion (y sin duda en consonancia con el “espectaculo del castigo” que trabajara tan magistralmente Foucault): “Llegó el momento en que el sufrimiento de los demás ya no les bastó: tuvieron que convertirlo en espectáculo.” Entonces, desde las ejecuciones publicas medievales, la vision colectiva de los cuerpos quemados en las hogueras de la Inquisicion, o la captacion fotografica de imágenes de la pobreza, llegando a las peliculas de guerra, sin olvidar las imágenes literarias que evoca Sade, o la actual TV sangrienta a la espera del proximo derrame de carne humana tras una bomba, todo conforma las multiples formas superpuestas o acumuladas en la memoria colectiva acerca de los “como” del sufrir, sus variaciones, sus “evoluciones” (¡!). No se trata de sufrir y de modos aceptados y legitimados de hacerlo, sino tambien de ofrecer a toda una sociedad una determinada visualizacion de esos tipos de dolores y sufrires.
Leyendo “The sense of the past” del ingles Bernard Williams me tope con un capitulo 23 en el que titulado”Umbearable suffering”. Y si, el sufrimiento siempre tiene algo (o mucho) de insoportable. Creemos que nos lo soportaremos. Lo sentimos. Williams, siguiendo a Nietzsche en “La Genealogia de la moral” trabaja el asunto del sufrir anudandolo con la posibilidad o no de otorgar “algun” proposito o sentido a ese sufrimiento, pareciendo que esa posible atribucion de sentido (un imaginario “para que” del sufrir) haria que el dolor del que sufre resulte mas o menos soportable. Dicho de otra forma, la “soportabilidad” de un sufrimiento dependera de alguna manera de la posibilidad que tengamos de darle un supuesto meaning-sentido al sufrimiento.
Cuales podrian ser los mas frecuentes sentidos atribuibles al sufrimiento desde la perspectiva del resentimiento? Me arriesgaria a agrupar las posibilidades en tres categorias:
1-Que sufrir sea parte de un proposito “divino” (estamos en este mundo para sufrir como parte del plan de Dios para la imperfecta criatura humana, o sea, en pecado concebidos, y pagando de por vida la “pena” de estar vivo).
2-Que el para que del sufrir sea parte de un sacrificio que hacemos bajo un proposito superior. En este caso, la autoridad del proposito justificaria con creces el dolor del sufrimiento de quien se sacrifica por tal causa que lo excede, y de algun modo, lo beatifica por entregar su sufrimiento a ella. Dar la vida por la patria, morir por el futuro de los hijos, entregar el cuerpo a la “revolucion”, dar la vida en un parto, vivir para otros aun exponiendose a enfermedades o tremendas pestes formarian parte de este segundo caso.
3-Que sufrir sea parte de la cuota de dolor psiquico y corporal que hay que atravesar para “purgar” nuestra neurosis. El psicoanalisis, si bien se aparta parcialmente de la vision resentida del sentido del sufrimiento, sigue pensando a este como parte de la travesia un tanto siempre interminable que el neurotico promedio debe pasar en medio de compulsiones a repetir e insatisfacciones varias.
Me resta preguntarme, ahora si, por las posibilidades des-resentidas en una analitica del sufrimiento.
Pero antes de aportar algun grano de ideas en esta direccion, me voy dando cuenta que, tal como lo plantea inteligentemente Williams, el asunto del sentido es insoslayable. El sentido del sufrir, sea cual fuere este (venga o no de la logica resentida) SIEMPRE demanda un “sentido”.
El sentido que damos a nuestro sufrir es, en primera instancia y fundamentalmente, nuestro analgesico. Darle sentido a un sufrimiento nos calma, mas alla de si tal sentido es ilusorio, realista, racional, religioso, altruista, belicoso, politico, estupido, bizarro o poderosamente bello. Dar un sentido, un supuesto “para que” mientras estamos sufriendo, calma.
El sentido hace que el sufrir sea menos doloroso. Por eso siempre buscamos, ya no justificaciones ni genealogias al dolor, sino primeramente, un “algo” que prometa ponerle un reposo, un sosiego, un painkiller, que disminuya nuestra insoportable “algia” . Porque tambien digamoslo, algunos sufrires son simplemente insoportables, nos quiebran, nos parten, nos desbrujulan la funcionalidad.
“How is this so?” you will ask. “How can it be?“
Sufrimos por errores?
Sufrir se trata de algun tipo particular de “leccion”?
Existe una conexión entre sufrimiento y conocimiento?
Si no todo sufrimiento es tragedia, es lo tragico siempre un modo de sufrimiento?
Que relacion existe entre verdad, ilusion, mentira y sufrimiento?
Es acaso la mentira y el engano lo que nos causa sufrimiento?
Pero acaso la verdad y su revelacion no es causante tambien de grandes dolores tambien?
Seguire con Williams explorando este modelo analgesico-farmacologico de comprension filosofica del sufrir a traves de la nocion de “dar sentido”, no porque apueste demasiado a el, sino porque justamente, como modelo para hacer mas soportable el dolor, tambien falla.
Y desde esa falla, tal vez haya lugar suficiente espacio vacio para seguir urgando.
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