miércoles, 31 de diciembre de 2008

How can you mend...?



How can you mend...?




Misty memories of days gone by...



En mis epocas de relativa pero abundante despreocupacion juvenil -alla lejos...- recuerdo haber escuchado esta cancion de los Bee Gees. Me gustaba tanto! Ahora entiendo su mensaje bastante mejor que entonces. De joven el dolor es algo tan ajenizable con respecto al puro presente en el que primordialmente uno mueve su vida, que casi no se si cabe hablar de "dolor" propiamente dicho en la juventud. Hoy escucho esta cancion ("How can you mend a broken heart?" o "Como puedes arreglar un corazon roto?") mientras este año se va yendo (cuanto DESEO que se vaya de una vez!!!!) y que comience otro ciclo. A veces cerrar circulos es imperativo, mas alla de fechas simbolicas y calendarios de arbitrarios principios y fines. Quiero que el 2008 se vaya lejos, lejos, lejos. Remendarlo de algun modo con este fin simbolico. Y deseo que llegue kairologicamente aquello que ha de llegar con el nuevo despuntar de un enero en Buenos Aires. Buenos Aires ... cheer me up!


PD.: Esta es una version bastante actual -que sin embargo conserva la belleza de la vieja y original balada de mi pubertad- de los hermanos Gibb, es preciosa. Realmente me remonto a otro tiempoespacio. Y la estoy cantando en medio de la cena de fin de
año en la que espero perder la conciencia en algun momento (porque bailar no puedo, tengo un cuello tipo Filadelfia sosteniendo mi propio cuello, que fin de año, carajo!)







I can think of younger days

when living for my life
was everything a man
could want to do.
I could never see tomorrow,
but I was never told about the sorrow.

Puedo pensar en días lejanos
cuando vivir la vida

era todo lo que alguien
podía querer hacer.
Nunca pude ver el mañana,
pero nunca me contaron del dolor.

And how can you mend a broken heart?

How can you stop the rain from falling down?

How can you stop the sun from shining?

What makes the world go round?

How can you mend this broken man?

How can a loser ever win?
Please help me mend my broken heart and let me live again.

Y cómo puedes curar un corazón partido?
Cómo puedes evitar que la lluvia caiga?
Cómo puedes evitar que el sol brille?
Qué es lo que hace girar al mundo?
Cómo puedes curar a este hombre partido?

Cómo puede un perdedor ganar alguna vez?

Por favor ayúdame a curar mi corazón partido
y déjame vivir de nuevo.

I can still feel the breeze that rustles through the trees,
and misty memories of days gone by.
We could never see tomorrow,
no one said a word about the sorrow.

Aún puedo sentir la brisa que susurra a través de los árboles,
y los recuerdos empañados de días pasados.
Nunca pudimos ver el mañana,
nadie dijo una palabra sobre el dolor.

And how can you mend a broken heart?

How can you stop the rain from falling down?

How can you stop the sun from shining?

What makes the world go round?

How can you mend this broken man?

How can a loser ever win?

Please help me mend my broken heart
and let me live again.

Y cómo puedes curar un corazón partido?

Cómo puedes evitar que la lluvia caiga?

Cómo puedes evitar que el sol brille?

Qué es lo que hace girar al mundo?

Cómo puedes curar a este hombre partido?

Cómo puede un perdedor ganar alguna vez?

Por favor ayúdame a curar mi corazón partido
y déjame vivir de nuevo.



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viernes, 12 de diciembre de 2008

Amor que burla la muerte


Amor que burla la muerte




...Conservabas tu carne en cada hueso?


Lopez Velarte




...su cuerpo dejara, no su cuidado; seran ceniza, mas tendra sentido; polvo seran, mas polvo enamorado.

Quevedo





El amor posee una voluntad -terca voluntad- de eternizar y eternizarse. Pero hecho como lo esta de la materia del tiempo, el amor esta sometido al cambio, al paso de las horas, al envejecimiento, a las leyes de lo impermanente. Ovidio lo relata en sus "Metamorfosis". Y este es mi relato de la leyenda de Baucis y Filemon:


Bajo humanas forma iban Zeus y Hermes solicitando -sin exito alguno- quien alguien los anfitrione en su estadia por tierras Frigias. Una brevisima e insignificante cabaña se erguia por alli, en la region pantanosa de las lomas. Llamaron a la precaria puerta y fueron gentilmente recibidos. Hermes y Zeus retribuirian con una legendaria recompensa la calida hospitalidad que le brindaran alli la humilde y anciana pareja que habitaba el hogar: Baucis y su marido Filemón. La pareja de viejitos compartia sin amargura ni resentimiento sus escasas semillas, las apocadas nueces, toda escasa gota de miel y las ultimas cerezas.de estacion. Aun en su pobreza, ofrecieron a los dioses -sin saber que estos lo eran en realidad- su vino, los frutos de su tierra y sus sencillos alimentos. Observando que la cratera que contenia el vino no se vaciaba, sino que por el contrario, se volvia a llenar de la nada, los ancianos supusieron entonces que estaban en presencia de deidades. Ya delatados en su condicion de olimpicos, y como retribucion a esta generosidad desinteresada que les ofrecieran Baucis y Filemon aun en sus carencias, Zeus decidio salvar a ambos de la catastofe que habia decidido enviar al pueblo todo como castigo por su insensible comportamiento. La cabaña, en su desnuda insignificancia, quedo en pie en medio del descomunal anegamiento que la furia del dios desatara sobre el insolidario pueblo y sus gentes. Luego, la pareja de ancianos acompaño a los dioses a lo alto del monte sin volver la vista atrás, donde todo el agua ya lo cubria. Pero la humilde cabaña, para sorpresa de los ancianos, ya no era tal, pues se iba convirtiendo en un templo con techo de oro y piso de mármol ante sus preplejas miradas. Zeus les pregunto entonces que es lo que mas deseaban, pues serian recompensados por su correcto y generoso proceder. Sin dudarlo, Baucis y Filemon solicitan ser sacerdotes del templo y "salir" de esta vida que serenamente habian compartido juntos, "sin que ninguno tenga que enterrar al otro". Zeus cumple sus deseos. La pareja cuido asi del templo hasta que el inexorable tiempo de morir se avecino sobre sus ya desgastados cuerpos. Entonces Baucis vio como a su amado Filemón le iban saliendo ramas y hojas, cubriendose todo su ser de follaje. Y Filemón vio como el amado cuerpo de su Baucis se transformaba de igual manera, hasta vestirse sus enteras formas mortales de frondoso arbol. Antes de que la metamorfosis llegara a su total completud, antes de que sus ahora desaparecidos avejentados cuerpos se hicieran un remolino arboreo, pudieron pronunciar un tierno adios sin fin. Y dicen que fueron un solo y doble arbol . Con troncos entrelazados. Hamacando una verde belleza gemela. Baucis y Filemon. Abrazandose en sus amarradas copas, aun, aun danzan al viento...



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Filemon y Baucis



Filemon y Baucis



"Que yo no vea la pira de Baucis ni que ella me sepulte".

La metamorfosis - Libro VIII Ovidio




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PS: Amor es alli donde los elementos conspiran con lo increible.

Surrender



Surrender


(Did I say...?)





I could spend my life in this sweet surrender...

I don't want to miss a thing
Aerosmith ("Armageddon")


Rendirse.

Capitularse.
Desenmarcarse.
Aventurarse.
Devenirse.
Disponerse.
Reponerse.
Entregarse.
Restituirse.
Salinizarse.
Fluidificarse.
Darse.
Tenderse.
Volarse.
Otorgarse.
Irracionalizarse.
Deponerse.
Sanarse.

Rendirse.



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Photo from: www.photo-reflections.co.uk/images/peace.jpg

martes, 9 de diciembre de 2008

Entre lo efimero y lo eterno



Entre lo efimero y lo eterno




Yo quisiera decirle otra frase a la orquídea;
esa frase sería una frase lapídea;
mas tengo ya las manos tan silvestres que en vano
saldrían las palabras perfectas de mi mano.

De “Discurso por las flores”
(Fragmento)
Carlos Pellicer




Creo en la vida eterna en este mundo,
hay momentos
en que el tiempo se detiene de repente
para dar lugar a la eternidad.

Fiodor Dostoievski



Poco antes de partir de Tailandia un amigo me envio un mail. El mail reproducia un intercambio de palabras, sentires y decires entre él y una persona a quien hacia poco tiempo le habia obsequiado una orquidea. La persona a quien él le habia obsequiado la bella flor le transmitia que la orquidea se habia secado, hecho que describia con esta mas que bella frase: "Quería contarte que recién ayer se apagó la orquídea". La frase me pego fuerte en su simpleza y desnudez. Creo que fue el verbo "apagar" lo que me inundo de sensaciones y representaciones acerca de la "in-durabilidad", lo breve, lo incontinuable. Y no podia dejar de pensar en tan nimio asunto (el fenecimiento de una flor obsequiada, en este caso) pero a la vez, tan gatillante para en pensar. Y ahi quede, sumida en mis pensares, con los dedos tratando de volver teclas lo que me inspiraba esa orquidea ya muerta, ya eterna, ya brevisima, ya hecha palabra y recuerdo. Porque cuantas orquideas se nos "apagan" a lo largo de nuestras travesias por esta vida..?

Reproduzco aca lo que respondi a mi amigo en torno a este asunto.

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Bangkok, Tailandia
(en medio de una tormenta monzónica de Septiembre)

Querido "-":

Inspirante.
Esa, y no otra palabra resume lo que me despierta la breve historia de la orquídea que diera inicio a estas reflexiones a las que generosamente me invitas.

Quería contarte que recién ayer se apagó la orquídea.

Infinitamente más viejas que el hombre, las orquídeas existen en esta tierra desde hace unos 80 millones de años, al menos ya hay restos de ellas datados en dichas pretéritas éépocas en el monte Volca de Verona. Sin embargo, y dado que la reflexión que motiva estos pensares apunta por un lado a analizar el asunto de la génesis de los símbolos, es bueno recordar que quienes primero denominaron a esta extensa variedad de flores bajo el nombre genérico de "orchis" (ορχις) fueron los griegos. Mas precisamente fue un discípulo de Aristóteles llamado Teofrasto -considerado el fundador de la botánica- quien así las llamaría por vez primera en su libro “De Historia Plantarum” (Historia natural de las plantas). Curioso nombre “orchis” que ya devela una interesante simbología asociada a esta flor, dado que el significado de la expresión “orchis” en griego significa “testículo” (aparentemente Teofrasto trataba de aludir con este nombre a las formas bulbares que presentan visualmente las flores y su semejanza con los sacos contenedores de esperma). Siguiendo este derrotero que ya la mismísima palabra nos obsequia en su oculto origen, lo orquidáceo se halla anudado de alguna manera a la materia seminal de da vida, que perpetúa vida, a la semilla que intentará procreativamente desmentir la inexorable muerte de un Ser a través de la creación de otro nuevo Ser que lo suceda, lo continúe, lo eternice desafiando las leyes de finitud de la materia.

Pero estiremos un poco mas este hilo etimológico zurciendo ideas, ahora, por el revés del mismo sendero. Así como la orquídea se encontrará asociada a la dación de vida por esa carga simbológica que la liga en su nombre mismo a las semillas reproductivas masculinas en la fluidez de su sustancia, “semen”, me permito recordar aquí que -si la memoria no me hace afirmar una equivocación- en la antigua raíz “sem” está adherida la noción de “muerte”. Por lo que la orquídea es, en sí, una síntesis de vida y muerte. Belleza y fenecimiento. Esplendor de color y palidez mortecina. El vigor de la potencia vital y la decadencia depotenciadora que preanuncia naturalmente la inminencia de la finitud.

Todo y nada anida en cada orquídea.
Opuestos
Puentes.
Conjugaciones.
Lógicas inclusivas.
Sentidos inconcluídos.

Sin saberlo ella misma, la flor, es dadora de esperanza que se yergue altiva, y a la vez portadora de la una tal fragilidad en su cuerpo de carnepétalo que torna más fatalmente trágica la insoportable idea de la fin de lo bello.


Quería contarte que recién ayer se apagó la orquídea.



Pero en este punto amanece la esperanza de lo eternitario. Pues lo eterno, lejos de ser sinónimo de durabilidad, es más bien el esfuerzo que cada mortal se autoimpone por desmentir la naturaleza perecedera de su Ser y su microcosmos de seres, afectos, vidas, biografías, imágenes, amores, intensidades que algún día desaparecerán junto, luego, alrededor de él. Y el símbolo es el resultado de esa “voluntad de inmortalidad” que procura desesperadamente detener la llegada de la muerte. Eternizamos a través de nuestros símbolos, incluso aunque estos varíen y nunca se repliquen clonadamente, los símbolos nos permiten religarnos con lo que ya no es pero pugna por seguir siendo. Y no me refiero a los símbolos colectivos precocinados para ser digeridos por las mayorías que disgustan del inmenso trabajo de deshacerse de los “símbolos legitimados” para lanzarse a la aventura de inventar-crear-poetizar otras nuevas narrativas simbológicas más libertarias, más altas y singulares, más voluptuosamente éticas, pues eso ya sabemos, implica un gran trabajo interior en cada uno y la humanidad es acomodaticia y holgazana como para enfrentar la tarea de invencionar sentidos nuevos, más plenos y desrebañizantes. Por eso los humanos engullen simbologías solo aptas para el microondas de sus cerebros adormilados con solo accionar el control remoto de sus TVs. Pero acá estamos pensando en otra dimensión en la génesis del símbolo. Esa dimensión que se abre cada tanto cuando algún caballero andante o alguna dama lanzan una trama en el aire y esa delgada fibra conectiva se hace tejido de un encuentro singular e irrepetible por su libertad y entrega. Allí, y solo allí nace una orquídea eterna.


Quería contarte que recién ayer se apagó la orquídea.



Querido "_", ya no se trata de la orquídea fáctica que enviaras. Se trata de poder asistir al nacimiento de un símbolo personal, un símbolo de aquella orquídea real que ahora ha transmutado en orquídea de viento, de aire, de invisibilidad, y sin embargo se hace y se hará siempre más presente que aquella real que no pertenece ya a la existencia.

Lo que dura en el símbolo de la orquídea eterna hecha potencia invisible, es esa voluntad magnánima de desafiar la muerte a través de una perdurabilidad intangible, y probablemente el sentido de ese símbolo es sólo inteligible entre aquel que dio y quien recibió la orquídea enviada.


Quería contarte que recién ayer se apagó la orquídea.


Pienso en estas breves palabras que son ya una narrativa de la génesis entre lo real y lo intangible. Y siento, incluso con más claridad aún, que la orquídea lejos de morir, se ha vuelto invencible en la memoria, en un particular lugar de la memoria, allí donde se calientan las brasas de los símbolos personales.

Y esta pequeña historia que se me ocurre, ahora, para imaginar un cierre imposible a este hermosa convocatoria a pensar a que me invitaste, querido "_":


Desde una tierra indómita un hombre tomó su arco cuya misteriosa cualidad era describir trayectos circulares. Con su arco singular, lanzó una orquídea disparada como una flecha. En su trayecto de perfecta circunferencia la orquídea-flecha fue percibida, por aquella mujer a la que estaba destinado el envío de la irrepetible flor, como un inestable punto fijo. En el aire mismo, la mujer vio a la orquídea llegar, permanecer, partir, decaer y fenecer. Pero el círculo aún estaba lejos de haberse completado, nada podía darse por cerrado incluso hasta que finalmente la orquídea-flecha desapareció del mundo de lo tangible.
Una vez que la blanca muerte
cargó para siempre
en sus huesudos brazos

el descolor de la frágil flor

al arco circular del lanzador le devolvió

un vacío.

Y el círculo hubo de encontrar en esa Nada
en esa ausencia en la que la flor había mutado su otrora perfumada presencia
en ese cruel vaciamiento de vida
un nuevo fin y un signo inconfundible de reinicio.
Y asi también lo entendió el arquero.
El hombre primero hizo silencio
acomodando su mortaja de palabras sordas
como un tributo último a la flor que ya no era.
Pero luego
cuando el arquero que habitaba en el hombre habló
se dirigió a ese vacío que le había devuelto su lanzamiento diciéndole:
“Mujer
ahora tendrás para siempre éste vacío lleno de orquídea eterna”.
Y lanzo su flechavacío hacia la mujer
reiniciando el círculo inmortalmente retornante una vez más.
Del resto de la historia nada sé.
O apenas poco.
Sólo me ha constado que el arquero y la dama poseen
desde entonces
la pluma para continuar el vuelo de una escritura
sobre flores que llegan y se van,
sobre el poder de conjurar distancias
combinando pétalos y dianas
y por encima de todo ello,
ellos poseen el tesoro de una memoria sin tiempo
a la que llaman “la orquídea eterna” .



Desde este babélico sudeste asiático.
Gabi Romano
(Estoy regresando a Argentina en unos días, por lo que espero verte pronto. Mientras este abrazo con efecto, hecho con la materia de algunos pensamientos philopoéticos que me surgieron en una mis ultimas noches en Oriente).


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sábado, 6 de diciembre de 2008

Erotika



Erotika




El erotismo da miedo

porque se lleva las palma en el exceso,

se abre en la superabundancia y en lo ilimitado.

Eleva el instinto a categoría de un arte de amor,

y por lo tanto de vivir.


Sophie Chauveau

(escritora francesa)






Erotika.
Otro blog. Otro universo -paralelo- a explorar.

http://arterotik.blogspot.com/

Recien despunta. Desde el deseo y otras inquietudes similares pero diferenciables. Veremos.




__________________________________________________________________ Photo from: www.lacoctelera.com/.../desnudo-36.JPG

viernes, 5 de diciembre de 2008

Espera en las alturas


En las alturas



Espera aún a que yo venga
a romper el frío que nos retiene.

Nube, en tu vida tan amenazada como la mía.

(Había un precipicio en nuestra casa.
Por eso hemos partido y nos hemos establecido aquí).


René Char -Les Matinaux