jueves, 24 de junio de 2010

Jorge Muzam - El cotorreo de la especie


 Jorge Muzam
  "El cotorreo de la especie"




"El amor es física y química." 

Severo Ochoa de Albornoz
(1905-1993)
Científico español, premio nobel de Medicina





Este texto que leerán a continuación y cuya autoría pertenece al  historiador y escritor Jorge Muzam me ha parecido realmente fantástico. Exquisitamente escrito en la frontera difusa que se neblinea entre nuestra condición biológico-animal y nuestro devenir constante como seres "cocinados" por los sentidos culturales, las razones sociales, las significaciones existenciales. No es fácil lograr en un texto breve esta adecuación recíproca entre una mirada que (sin desconocer la potencia del amor y el encanto irrefrenable de la entrega a los juegos de la seducción) conjugue asimismo el complejo mundo  de los mandatos de la especie cuya fuerza silenciosa determina nuestras necesidades. Jorge Muzam esculpe su texto entre "lo crudo y lo cocido" (siguiendo aquella vieja partición que propusiera Lévi-Strauss) entre el instinto y la pulsión (tomando los parámetros freudianos) entre la carne  instintual de la especie y la corporalidad erotizada por las marcas de lo humano... demasiado humano (al decir del gran Nietzsche).

Le agradezco al autor el haberme permitido difundir este texto tan acabadamente logrado desde lo que para mí configura el territorio filo-literario. Para quienes gusten de buena escritura, pensamientos  provocativos finamente hilvanados y reflexiones inteligentes del amigo chileno Jorge Muzam, recomiendo la lectura de su blog "Cuadernos de la Ira" en http://jorgemuzam.blogspot.com/ hecho con el coraje de plantear  ideas singulares en combinación con una excelente pluma y buen gusto literario...







 Jorge Muzam
  "El cotorreo de la especie"


"Una mujer ha quedado encandilada con un hombre. Lo ha olfateado, lo ha sopesado, ha observado la envergadura de sus hombros, la fortaleza de sus piernas, la seducción de su voz, de sus palabras, la tersura de su piel, el carácter de su mentón, la paz de su mirada. Acto seguido, le ha quitado todos los cerrojos a su cuevita. Quizás la mujer no lo sabe pero intuye que ese hombre debiera ser el padre ideal que fecundará el resto de sus óvulos, la sangre apropiada para perpetuar una nueva sangre fortalecida, la gran verga que esparcirá salud y oxígeno para la especie.
Ambos sacudirán sus plumas y danzarán al ritmo de una buena canción, unirán sus picos y cotorrearán su excitación avivando al espermio más enérgico a ganar la maratón.
Es la vida la que hace su juego, no el amor. El amor es un aderezo, una palabra, un susurro, una promesa de que los cachorros serán cuidados y alimentados hasta que crezcan y se puedan valer por sí mismos. Luego el amor seguirá siendo mencionado para espantar los fantasmas, para ahuyentar el pánico al silencio. El amor será un capuchón semántico que guarecerá la soledad de los que ya no tienen nada más que hacer. La vida se ha relevado y nuevas avenidas atraviesan por encima de los senderos de la memoria. Los huesos se contraen y es hora de partir."



______________




No hay comentarios: