Todo hueco es trinchera
(microhistoria fotográfica del "Beso de Vancouver")
(microhistoria fotográfica del "Beso de Vancouver")
“El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón,
pero su eco dura mucho más.”
Oliver Wendell Holmes
Vancouver, Canadá.
Miércoles 15 de junio de 2011.
Era la final de la Liga Profesional de Hockey sobre hielo (NHL). Jugaban los “Canucks” de la fría Vancouver contra los “Bruins” de Boston.
Los locales perdieron 4 a 0.
En vista de los desafortunados resultados, los hinchas canadienses, enardecidos por la derrota, salieron a las calles a expandir su furia por el centro de la ciudad enloquecida. La policía, como suele hacerlo en tales casos de desmesura pasional colectiva, salió a reprimir a los hinchas iracundos. Hubo más de 100 heridos.
Los locales perdieron 4 a 0.
En vista de los desafortunados resultados, los hinchas canadienses, enardecidos por la derrota, salieron a las calles a expandir su furia por el centro de la ciudad enloquecida. La policía, como suele hacerlo en tales casos de desmesura pasional colectiva, salió a reprimir a los hinchas iracundos. Hubo más de 100 heridos.
Scott Jones, de 29 años, en el suelo de una calle de Vancouver besa a su novia, Alexandra Thomas, una licenciada en ingeniería medioambiental. Ambos habían ido a ver la final de Hockey. Y los dos salieron lastimados atrapados en medio de los incidentes. Ella recibió un golpe de un escudo policial.
Una foto de ese instante lo muestra a él besándola amorosamente, tirados ambos en medio de la acera. Quizá la besó para consolarla, quizá para hacerle sentir que toda iba a estar bien, quizá para seguir amándola pese a toda adversa circunstancia.
Una foto de ese instante lo muestra a él besándola amorosamente, tirados ambos en medio de la acera. Quizá la besó para consolarla, quizá para hacerle sentir que toda iba a estar bien, quizá para seguir amándola pese a toda adversa circunstancia.
Richard Lam -de la agencia Getty- fue el periodista que captó con su cámara el instante de amor en medio de la trifulca urbana. El "Beso de Vancouver" quedó, a partir de ese momento de mágica captura que sólo logra producir el buen arte fotográfico, eternizado para la posteridad.
Como dice el viejo proverbio: en el amor y la guerra, todo hueco es trinchera.
(Make love, no war dude!)
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