El Bushido y la “conversión estoica” del guerrero
Quieres cultivar tu alma? Vive pobre o como si lo fueses.
La verdadera felicidad no consiste en tenerlo todo, sino en no desear nada.
Grandes riquezas, gran esclavitud.
Lucio Anneo Séneca
Filósofo estoico
(Roma, 4 aC.- 65 dC.)
La verdadera felicidad no consiste en tenerlo todo, sino en no desear nada.
Grandes riquezas, gran esclavitud.
Lucio Anneo Séneca
Filósofo estoico
(Roma, 4 aC.- 65 dC.)
2- El desapego estoico
El ideal estoico de los samurais queda puesto en nítida visibilidad a través de sus hábitos, los cuales revelan una vida francamente desapegada de los bienes materiales o de cualquier interés por las riquezas y las banalidades de la fama.
Sus vidas, que rayaban con la frugalidad, estaban enmarcadas en un conjunto de prácticas muy similares a las que llevaban adelante los antiguos romanos. Para los estoicos (y de idéntica forma para los samurais) la transformación-conversión de sí mismo es un eje rotundo en el moldeo de la subjetividad. Esta transformación (conocida en el caso de los estoicos romanos precisamente bajo el nombre de “conversion estoica”) no estaba tanto basada en la adquisición de conocimientos, sino en el hecho de lograr liberarse de todas aquellas formas de dependencia que esclavizan.
El guerrero se libera de lo que no controla.
No es esclavo de ninguna atadura mundana, llámese a esta “dinero”, “bienes”, “objetos”, “poder”, "reconocimiento". Y esta liberación de lo que lo esclaviza (o potencialmente lo esclavizaría) se basa en la continua práctica del ejercicio ascético.
La independencia del mundo externo y sus superficiales juegos de espejismos resulta un camino ineludible a seguir para adquirir una verdad, la verdad del Bushido como ethos en que habitará el guerrero.
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