Transformarse en guerrero, convertirse en Samurai
Pero en el yermo más solitario se cumple la segunda transformación:
el espíritu se torna aquí león;
quiere conquistar la libertad y ser señor en su propio desierto.
Friedrich Nietzsche
"De las tres transformaciones"
Deberíamos preguntarnos entonces qué planos de la subjetividad se hallaban interpelados por el moldeo que imponían las creencias del Bushido? A qué transformaciones del “cuerpo-alma-mente” había de sujetarse y exponerse el guerrero aspirante a Samurai para poder preciarse como tal? Qué areas y aspectos de la subjetividad debía empeñarse en conocer, controlar, experimentar, perfeccionar y transformar un individuo en este ejercicio continuo que es la realización moral de sí mismo como guerrero aristocrático?
En total sintonía con lo que sostenían los griegos del siglo IV aC., para la ética samurai el sujeto debe transformarse para tener acceso a la verdad. Una mutación de sí, una conversion operada en el interior del individuo resulta imprescindible para alcanzar la verdad del Bushido. Nos dice Foucault aportando en esta misma dirección en “Hermenéutica del sujeto”: "La verdad es lo que ilumina al sujeto y da tranquilidad al espíritu."
Foucault ha insistido desde distintos textos y problemáticas sobre la dimensión de la ascesis en la formación y transformación subjetiva. Desde la ascesis cada individuo efectúa el esfuerzo por incorporar técnicas que lo hagan desembocar en determinadas disposiciones o “habilidades de ser”. En el caso del Samurai, cada guerrero debe hacer pasar por su “cuerpoalmamente” ciertas técnicas hasta hacerlas devenir en disponibilidades subjetivas. Este pasaje que se realiza a través, por ejemplo, de ciertas técnicas de combate u otros tipos de técnicas de dominio de sí permiten “hacer pasar por el sutil tejido de la subjetividad” no sólo modos de enfrentamiento físico a disponer en un combate, sino también ciertos preceptos, creencias y valores claves en el momento de librar una lucha en el terreno que sea.
La palabra “ascesis” quiere decir en este sentido que un sujeto en particular aplica cierto número de pruebas sobre y a sí mismo. Se pone a prueba, digamos. Dichas pruebas –sean provenientes de técnicas corporales o de técnicas espirituales- constituyen un ejercicio de moldeo subjetivamente hablando.
El objetivo de tales ejercitaciones a que se ha de exponer un individuo en su “camino” como guerrero busca llevarlo hacia una transformación, una radical modificación de “sí” tal que se produzca una alteración, una muda en las maneras de actuar, pensar, juzgar y sentir-se a sí mismo y a su realidad circundante.
Convendría ahora sí, echar un vistazo a algunas de las principales transformaciones que debían operarse en el “cuerpoalmamente” de estos legendarios guerreros japoneses.
La palabra “ascesis” quiere decir en este sentido que un sujeto en particular aplica cierto número de pruebas sobre y a sí mismo. Se pone a prueba, digamos. Dichas pruebas –sean provenientes de técnicas corporales o de técnicas espirituales- constituyen un ejercicio de moldeo subjetivamente hablando.
El objetivo de tales ejercitaciones a que se ha de exponer un individuo en su “camino” como guerrero busca llevarlo hacia una transformación, una radical modificación de “sí” tal que se produzca una alteración, una muda en las maneras de actuar, pensar, juzgar y sentir-se a sí mismo y a su realidad circundante.
Convendría ahora sí, echar un vistazo a algunas de las principales transformaciones que debían operarse en el “cuerpoalmamente” de estos legendarios guerreros japoneses.
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